Los envases actuales de cereales en grano y de desayuno no piensan en la comodidad del consumidor.
Las bolsas de plástico o los embalajes de cartón son difíciles de volver a cerrar una vez abiertos, a menudo se rompen y en la mayor parte de los casos requieren transferir el contenido a otro recipiente para evitar que pierda sus propiedades o se deteriore a causa de la humedad y los agentes infestantes, como insectos.