El ritual del té: una tradición que debemos “conservar” mejor

Verde, negro, blanco, rojo, amarillo o incluso azul. Parece una paleta de colores en las manos de un pintor, pero hablamos del té, maravilla de Oriente que se extrae de la Camellia sinensis, planta leñosa originaria de China.

A nivel mundial, el té es la bebida más consumida después del agua, y esto es gracias a su amplia variedad de sabores y aromas. Los consumidores de todo el mundo lo han asociado a un agradable y “cálido” momento que puede darse en el desayuno, con un buen earl grey, en la merienda o, por qué no, en la noche, con un ligero té verde.

Para favorecer su compra y mejorar su presencia en un mercado cada vez más extenso, el té se ha comercializado en múltiples formatos, pero el más extendido de ellos es el de las bolsitas: solución práctica, rápida y user friendly ya lista para una taza. La bolsita es cómoda y rápida porque al consumidor le basta con desenvolverla y colocarla en la taza para degustar su bebida preferida. Pero, ¿es una elección realmente friendly para el sabor y el bolsillo?

Bolsita o té en hojas: una cuestión de sabor y de packaging

Una cuestión de sabor, pero también de calidad: la bolsita, solución práctica y rápida por excelencia, contiene en la mayoría de los casos polvo de té y las partes más finas de las hojas. Traducido al sabor, ¿esto qué significa? Que, por ejemplo, el té se hace más tánico y adquiere un sabor más astringente, características que promueven la adición de edulcorantes como el azúcar.

El té en hojas es verdad que es menos práctico, menos rápido, pero es más ritual y “romántico”: la calidad de esta infusión es mayor respecto a la bolsita, tanto por el placer de ver cómo las hojas van cambiando como por el aroma que desprenden, tras dosificar la cantidad justa, según el gusto de cada persona. Pero, sobre todo, por los mayores niveles de antioxidantes y principios beneficiosos que el té en hojas libera.

El envasado de esta deliciosa bebida también tiene su importancia, porque un embalaje adecuado de la materia prima permite conservar el té y preservar todas sus cualidades organolépticas y principios activos. Un envase que no se ha diseñado correctamente o con un sistema de cierre poco funcional permite que el aire y el calor entren, afectando al aroma del té.

El té en hojas se suele envasar en latas o en cajas de cartón; estas últimas permiten contener más producto, lo que se traduce en una bajada de costes tanto para el productor como para el consumidor. Justamente para este tipo de envases de cartón nuestra empresa ha creado un sistema de dosificación y cierre que permite mantener la frescura y el aroma, al tiempo que aporta una gran practicidad de uso: el Pac Spout.

Gracias a esta solución completamente reciclable e idónea para el contacto con alimentos, los estuches quedan perfectamente cerrados, manteniendo todo el sabor del producto que contienen, y además permiten dosificarlo sin derrames.

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